martes, 27 de octubre de 2009

Mitómanos : un impulso por mentir


Los niños mienten tanto como respiran. Lo hacen con naturalidad e inocencia. Los padres son los orientadores y responsables de evitar hijos mitómanos. El siquiatra infantil Álvaro Franco explica las tres clases de mentiras que existen. . Defina en qué categoría puede estar su hijo y cuál es el tratamiento a seguir.

Ligadas a la fantasía: suelen decir: “Yo no me comí el dulce, fue el angelito que bajó del cielo”. Este género no tiene ningún problema; por el contrario, se deben estimular. La mejor forma de hacerlo es leyéndoles cuentos y, más adelante, inscribiéndolos en un taller de escritura.

Compensatorias:“Mi papá me recogió ayer en su carro”, aún sabiendo que su padre no tiene automóvil. Se trata de la típica actitud de un menor que está equilibrando sus carencias con falacias. Sufre problemas emocionales y se siente excluido de la sociedad, en especial de sus amigos. Utiliza las mentiras para proyectar mejor su imagen.

Problemáticas : “No me dejaron tareas”Mienten para evitar un castigo. Además, involucran a terceros en su mentiras. “Yo no rompí el vaso, fue él”.

Es por esto que los padres deben ser los mejores observadores de sus hijos. Esas características de mentiras reflejan la inseguridad del menor, baja autoestima, depresión, ansiedad y agresivos del estado de ánimo.

En este momento sus pautas educativas deben verificarse, porque el niño puede estar mintiendo para evitar ser regañado. Christian Muñoz, siquiatra infantil, sugiere el diálogo y el buen ejemplo como armas de educación.

“Se debe dialogar con ellos, analizar la razón de la mentira, hablarles sobre la importancia de los valores, corregir la conducta y no condicionarlos, porque el castigo muchas veces los obliga a seguir mintiendo”.

Otra recomendación de Muñoz es que los padres no presionen a sus hijos y que no sean tan estrictos. “Es inecesario recalcar en los menores la importancia de ser un buen estudiante, hijo y ser humano, pero no se debe presionar con castigos ni agresiones físicas, porque el pequeño seguirá incurriendo en el engaño, con el fin de salvarse y protegerse”.

Lo mejor que puede hacer es explicarle que usted es un padre y un amigo incondicional y que no es necesario recurrir a la imaginación para salir de conflictos.

El mitómano

Es el que, a pesar de la confrontación, persiste en la mentira. Existen videos y fotos, y él se niega a aceptarlo.
Asume conductas desafiantes y de agresividad verbal y física.
Presenta inconvenientes en su desempeño social, familiar y escolar.
Utiliza la mentira para favorecerse y no le causa ningún tipo de remordimiento.
Hay niños que mienten porque no han tenido el respaldo de los padres. Cuando a esta condición se suma el exceso de autoridad, la mentira se puede condicionar y hacer que persista hasta la vida adulta.
La mitomanía trae consecuencias como robo, transgresión de las normas y trastornos de la conducta social.

Señala que aún no hay una única razón que la origine, pero sí se puede hablar de posibles causas:

1. Personas que sufren de un trastorno de personalidad hipertímica, es decir personas con un ánimo muy elevado, alegres, superficiales, frívolas, que carecen de perseverancia y responsabilidad.

2. La insatisfacción o necesidad imperiosa de aprobación, admiración y afecto.

3. Las conductas ambivalentes: familias que simulan una posición social que no tienen, matrimonios que fingen un vínculo inexistente o padres que sostienen en secreto una doble familia pueden estimular a la mitomanía en sus hijos.

4. La baja autoestima: los mitómanos son personas que no se aceptan como son.

5. También puede interferir la genética, en el sentido de que se puede heredar.

Fuente : Terapias manuales

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domingo, 11 de octubre de 2009

Padres de hijos horizontales

La realidad muestra que la mayoría de los padres y madres deben salir diariamente a trabajar, lo que indudablemente disminuye la posibilidad de estar a tiempo completo con los hijos, ¿Cómo lograr, que el espacio de permanencia con ellos sea enriquecedor para la relación y su acompañamiento?

Jornadas de trabajo inacabables. La incorporación progresiva de la mujer en el mercado laboral. El fin de un rol femenino relegado a los quehaceres domésticos y a la crianza de los hijos. Sea porque manda la necesidad económica o, cada vez más, porque madre y padre ponen en la misma balanza su desarrollo profesional, nacieron los "padres de hijos horizontales": padres que se van de casa temprano y vuelven tarde, tercerizan el cuidado de sus hijos y apenas los ven mientras duermen.

Está claro que hijos necesitan atención para sentirse valorados, aceptados y especiales; necesitan sentir que son ellos, y que son competentes. La habilidad de los padres de lograr que sus hijos se sientan de esta manera, se le llama una paternidad de calidad, la que toma en cuenta tres aspectos en la crianza:

· Los límites y reglas deben ser claras y precisas.

· Es necesario escuchar y reconocer los mensajes del niño.

· Prestar toda la atención en momentos que lo requieren.

Es común en los padres que trabajan, sentirse culpables, permitiendo que sus hijos realicen determinadas acciones que en otras circunstancias no permitirían, como por ejemplo, acostarse tarde, como una forma de compensar el tiempo que no están juntos. Es importante que las normas estén claras para padres e hijos y se vayan ajustando a las circunstancias cambiantes de ellos, como el crecimiento físico, intelectual y afectivo, y las condiciones de la vida familiar.

Escuchar los mensajes de nuestros hijos, es otro de los aspectos importantes en el ejercicio de la paternidad de calidad, y esto significa atender no sólo a lo verbal, sino también a sus emociones a partir de los mensajes corporales y gestuales.

Tener tiempos de calidad con nuestros hijos, nos permite contribuir a su desarrollo, potenciando y promoviendo sus capacidades. Te invitamos a fortalecer en ellos:

· Su sentido de seguridad, expresándoles claramente lo que queremos y esperamos, siendo coherentes entre lo que decimos, cómo lo decimos y lo que hacemos.

· Su sentido de la responsabilidad, dándoles espacios para hacerse cargo de alguna tarea concreta, de acuerdo a la etapa de desarrollo que están viviendo. Esto promueve en ellos el conocerse y reconocerse como personas responsables de sus actos.
La seguridad y la responsabilidad personales pueden y deben ser enseñadas por los padres o adultos encargados de la crianza.

Hay veces que los padres sienten culpa por trabajar y estar fuera de casa sin atender suficientemente a los niños. En estos casos, aunque los niños vayan a una magnífica guardería, igual perciben la culpa que sienten sus padres y se vuelven exigentes pudiendo transformarse en verdaderos dictadores, insaciables, centralizando la atención en casa y demandando constantemente.
Para evitar situaciones como esta, cuando llegan a casa, los padres necesitan relajarse, poner algo de orden, preparar la cena o hacer algunas llamadas telefónicas. Los niños deben respetar este tiempo que los padres necesitan de al menos media a una hora. A partir de la cual, los padres, ya tranquilos y organizados, pueden dedicarse de lleno a los niños compartiendo el afecto que necesitan y percibir las sutilezas de diálogo de los niños y sus demandas paternas, de protección y seguridad.
Es importante para el niño el contacto corporal, como los juegos físicos, caricias, besos y abrazos para desarrollar, además de inteligencia, que ya lo hacen y lo seguirán haciendo en las instituciones, la inteligencia emocional que es y será muy importante en su desarrollo y éxito social.

Fuente : Fundación de la Familia
Child Care Aware


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¿Por qué los niños mojan la cama?

Entiendo que los padres de niños que orinan en la cama estén preocupados y yo diría que algunos desquiciados con el problema. Eso de tener, todos los días, que levantarse en plena noche para cambiar las sábanas, el pijama del niño, etc., es algo que seguramente les quitan el sueño. Pero creo que lo peor es no saber el por qué el niño sigue mojando la cama.

Al principio, porque son pequeños, pero el tiempo va pasando y nada cambia. El niño sigue mojando la cama, noche tras noche, y hay incluso casos de que la situación no revierte ni cuando él empieza la adolescencia. Normalmente, los niños que mojan la cama de pequeños son capaces de dejar de hacerlo con el tiempo. No obstante, muchos mayores lo siguen haciéndolo.

Y aunque no entiendan los padres, ellos casi nunca mojan la cama a propósito, ni por placer, ni por contrariar o fastidiar a los padres, ni porque son perezosos. El problema de mojar la cama de los niños no representa un problema mental ni de aprendizaje.
Según los especialistas, el niño mayor puede orinarse en la cama o sufrir de enuresis, por algunos motivos:

- Cuando no consiguen despertarse cuando tienen la vejiga llena;
- Cuando producen mucha más orina mientras duerme, que otros niños;
- Cuando la vejiga de algunos niños tienen menos capacidad que la de los demás;
- Cuando pasaron o están pasando por alguna situación que alteró o altera su lado emocional

Es muy importante encontrar la causa por la que el niño moja la cama. Es importante para la familia y principalmente para él. Regañarle o castigarle por hacer pis en la cama no es una solución correcta. Eso solo empeoraría el problema, y añadiría otras molestias a las que el niño ya tiene. Podría causarle problemas emocionales serios, en su autoestima y seguridad. Lo mejor en estos casos es buscar ayuda médica de algún especialista, un urólogo, lo antes posible. Es necesario que se sepa que este es un problema que se puede superar y solucionar totalmente.

Vilma Medina. Editora de GuiaInfantil.com

Más información

ENURESIS... Cuando los niños mojan la cama
Lo que usted debe saber si su hijo moja la cama


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